Advertencia, este texto contiene spoilers.
Normalmente cuando se
habla de un anime nostálgico que regresa a las andadas se dice eso
exactamente, que es una propuesta va a tener éxito sin más mérito que su
nombre y la nostalgia. Pero Devilman Crybaby tiene
algo diferente, triunfó ante un público que sólo conocía
a Devilman como un anime viejo.
Donde
mejor se nota su actualización generacional es en el conflicto principal, cada personaje ve sus propios ideales cayendo en el fracaso. Desde Akira y su frase “Yo soy Devilman, cuerpo
de demonio, pero corazón de humano” que pareciera una ironía cerca del final.
Miko que se da cuenta que no por ser la más rápida necesariamente será mejor
que Miki. Miki que con toda su buena voluntad no logra salvar el mundo ―como
todos sabemos los discursos bonitos en redes sociales, son sólo eso―. En este
tiempo donde todos tienen y presumen ideologías sin apenas dudar, me parece muy
idóneo que Crybaby exponga un miedo
muy vigente “¿estaré en lo correcto?”
Pero
está actualización generacional también está, en lo que creo que conquistó al
público, la música y los personajes. Estos dos elementos son tan
carismáticos que sostienen la serie durante su primera mitad. Porque en cuanto a una historia no hay mucho, durante los primeros cinco capítulos sólo veremos
tramas secundarias, al borde del formato villano de la semana.
Un
ejemplo es Sirene, un mal villano, aunque aparece en varios episodios
como un personaje que hará algo importante, al final no logra mucho; de hecho
en el manga hay más presencia de
Sirene, se siente como una amenaza, en Crybaby
no. Quizá porque su batalla es demasiado rápida. O porque la serie anula toda su importancia en sólo un par de episodios con un antagonista que la supera en todo. En fin, no impacta como debería.
La primera mitad de la serie da la impresión de que se construye algo
importante, para muy a futuro, como si estuviera el tiempo de su lado.
Lo que afectará en su segunda mitad, al mostrar más, tal vez demasiado; a partir
de ahí se verán nuevos elementos en la historia, pocos que sean
desarrollados.
Lo
que es una lástima, porque hubo ciertas cosas que funcionaron y con más tiempo hubieran sido excelentes.
Como el plan de Ryo: Primero se encarga de documentar la información de los
demonios y de eliminar otros poseedores de esa información, de tal forma que la
monopoliza. Luego causa un suceso muy impactante para anular el pensamiento
crítico en favor del miedo y la paranoia. Y se convierte en la única voz capaz de hablar
sobre los demonios, en un inicio con información algo objetiva hasta que sus
datos deforman en discursos apasionados que incitan al comportamiento violento,
para finalmente darle una cara (un responsable, un villano) a los miedos de aquellas personas que ha
manipulado.
Es
paradójico, Koda por ejemplo tiene bastante espacio, pero es un personaje que
no llega a nada, que tuvo un buen inicio, sin embargo al final es notable cómo no sé
sabe qué hacer con él. O el asunto de las fotos de Miki, que se siente muy
aislado con los otros sucesos de la serie, no afecta mucho en el resto de la
historia.
A
pesar que en contenido la serie es todo un caos, en ritmo está muy bien. Los
defectos no están tan presentes, hasta que se le piensa en retrospectiva, ya
lejos del impacto emocional. Parte del encanto de Devilman Crybaby es sentir toda la descarga emocional,
preocuparse por los personajes, llorar con Akira, querer a Miki, comprender a
Miko, sentir la soledad de Ryo y esperar a que pase algo con Koda. Si se logró
algo fue que el espectador se sintiera conectado con los personajes, bueno no
todo espectador, están los más puritanos que odiaron la serie, pero eso es otro
tema. La serie necesitaba más o menos espacio, ya sea para desarrollar todo lo que propuso o para eliminar todo lo que no llegó a nada. Hubiera funcionado con ambas opciones, seguramente.
En
general Devilman Crybaby es un buen anime, uno de los pocos que realmente se merecen la fama
que ganaron (de un mes), mejor que muchos que suelen estar de moda, pero no creo que será recordado como
parte de las grandes obras de la industria. Lo que si logra, es ser recordado como uno de los tres o
cuatro animes medio buenos que suelen salir por año.
Buen blog Vincent.
ResponderEliminarYo disfrute bastante la serie subjetivamente, pero a la hora de analizarla le vi varios errores, sin embargo tu señalaste otras cosas en las que no habia pensado.
Creo que deberias haber hablado de alguna que otra escena innecesaria y fuera de lugar (Miko masturbandose con sonidos de burro), que Miki es una personaje perfecta sin matices, que el final es uno de los mejores finales que se puede ver en un anime y demas.
Aun con todo eso, ya me motive a leer tus otros blogs en esta plataforma.