Kimagure orange road es una obra de amor a primera vista, no me refiero a la trama en sí, el estilo de la propia serie exige enamorarse a primera vista, tan sólo en sus primeros episodios hay escenas repletas de carisma, como ver a los hermanos Kasuga interrumpir sus peleas para posar en una foto o la tan conocida escena de Ayukawa bailando en la discoteca, que es la imagen viva de muchos videos de city pop. Es una serie que induce a enamorarse de ella, y aunque pensé que ese idilio sólo existiría en cuanto a las adaptaciones animadas, al enterarme de la muerte de Izumi Matsumoto, no pude encontrar otro homenaje que conocer su obra directamente.
Aunque el manga tiene un buen número diferencias respecto al anime, estas no son tan importantes, incluso muchas de ellas se convierten en datos ociosos, pues no tienen un gran peso al momento de pensar en la obra. El anime logró ser una síntesis exacta de lo que se expone en el material original, por tanto si sólo me dedicara a hacer un comentario sobre el manga no distará mucho de lo que hice hace un año sobre el anime. Prefiero enfocarme en hacer una comparativa de las diferencias más relevantes que hay entre original y adaptación, lo que resulta en un acercamiento menos redundante que si sólo me enfocara en enunciar las diferencias o hacer el análisis del manga por sí solo.
La personalidad de los personajes poco cambia entre anime y manga, de hecho sólo ocurre cuando no se adapta. La excepción es Ayukawa, que tiene enfoques sutilmente distintos entre ambas obras. Ayukawa es la misma chica idealizada del anime, pese a ser apática con la mayoría de las personas, siempre se presenta como la más inteligente, la más bella, la más talentosa, la más sensible, entre otras virtudes. Sin embargo la idealización del anime es más grande que la del manga, en el anime es una superheroína, siempre que hay problemas o incluso conflictos que se presentan como imposibles para el humano promedio, ella es quien encuentra la solución haciendo uso de sus grandes talentos, incluso resulta más capaz que Kyosuke aunque él sí tiene poderes sobrehumanos. En la animación, Ayukawa protagoniza muchas escenas de acción, ya sea en peleas contra pandillas o cuando le da su merecido a cuanto acosar se le acerque. En el manga no se resalta tanto esta imagen heroica de Ayukawa, cuando es una heroína lo hace de una forma menos llamativa, cuando se enfrenta con grupos de acosadores por lo común necesita ayuda si lucha contra más de una persona. Aunque sólo se le puede calificar con superlativos en otros aspectos, esta Ayukawa es más humana, en cuanto a que es más vulnerable.
Otra exageración del anime se encuentra en la tendencia al melodrama, por lo regular los malentendidos y líos amorosos de Kyosuke son más llamativos. Por ejemplo, en el anime Kyosuke, casi delirante por la fiebre, llama a Ayukawa para justificarse sobre los rumores que se generaron en toda la escuela sobre Hikaru y él, ella no toma bien ese gesto, le contesta con descortesía, considera desagradable el intento de disculpa de Kyosuke, que le sabe a una escusa. En el manga esta misma llamada tiene un diferente resultado, Kyosuke aclara el malentendido, y luego le pregunta a ella por otro malentendido, el cual Madoka aclara sin ningún tipo de molestia. Mientras en el anime se resalta esta actitud caprichosa de Ayukawa, en el manga se hace un enfoque más moral, donde se advierte que los malos entendidos generan rumores, y es mejor oír la fuente original. Y como este hay un buen número de casos donde el anime tiende más al drama, a veces dejando mejores sensaciones que el manga y otras llevando al ridículo situaciones que no lo necesitaban.
Lo mismo pasa con la acción, en el anime hay una abundante cantidad de escenas de acción, en el manga no son tan constantes, de hecho las pocas que hay tienden a ser más cómicas. Mientras en el anime es común ver peleas de Madoka contra grupos de acosadores, donde la única protección de la chica es una plumilla de guitarra que le basta para vencer a tres o cuatro tipos. En el manga tarde o temprano Kyosuke tiene que ayudarla, venciendo de formas graciosas a sus enemigos con ayuda de sus poderes. Quizás el caso más destacable es la ova “Suspense hawaino”, donde los protagonistas enfrentan a un grupo criminal que secuestra a Hikaru, en el manga sólo se trata de una serie de malentendidos, mientras que en la animación se trata de un secuestro real, al que se le agregan persecuciones y tensión.
El manga es una experiencia más mesurada, enfocada en las situaciones cómicas y cuyo drama no es tan constante, contrario al anime que gusta del espectáculo. Por esto mismo se puede inducir que el manga es más gracioso (o al menos contiene más situaciones cómicas), con un humor sexual persistente, no sólo de Komatsu y Hatta, sino que el mismo Kyosuke es un constante productor de estas mofas. Destacando su imaginación, en varias ocasiones toma en doble sentido las palabras de Ayukawa o incluso deja volar su mente por experiencias que le gustaría vivir, también es el constante generador de inverosímiles accidentes que llevan a situaciones indecorosas, pero agradables para él. En todo caso Kyosuke del manga se distingue por una mayor perversión sexual adolescente. Para cerrar el tema del humor, los chistes constantes del anime, Uchiko y Umao y las desventuras del gato Jingoro, no son tan frecuentes como en el anime, en el cual eran cotidianas, de hecho son más bien raras en la obra impresa.
Los personajes secundarios también tienen cambios, aunque sin una constante, cada personaje lleva un trato diferente. Por ejemplo Komatsu y Hatta tardan tiempo en aparecer juntos, de hecho no son el par de amigos inseparables del anime, en su mayoría Komatsu ocupa la función de ambos. La familia Kasuga tiene más participación, e incluso interactúan más entre ellos, Akane por ejemplo es un personaje muy constante (en la animación se limita a una ova), además se deja saber que es hermana de Kazuya, y ambos conviven entre sí, incluso con cierta independencia al protagonista.
En cuanto a Manami y Kurumi, aunque en general tienen la misma participación, su desarrollo no es tan grande como en el anime. En ambas obras protagonizan cada una un episodio, el de Manami se centra en ella dejando los deberes del hogar para vivir como una chica de su edad por una tarde, en el anime lo hace por iniciativa propia, le agobia ser ama de casa y necesita un escape, en cambio en el manga no es por su voluntad, tampoco parece estar tan agobiada con su situación y aprende poco de la experiencia. A Kurumi le pasa algo similar, su mejor participación es cuando se enamora de un chico de su escuela, en el anime hay todo un conflicto en ello, en cambio el manga se trata de una serie de malentendidos enfocados a un final con giro cómico. Sin embargo Manami tiene funciones más importantes en el manga, es más perceptiva de su entorno, por lo que realiza acciones relevantes para la trama.
Hay diversos personajes secundarios que no existen en el anime, pero son recurrentes en el manga, e incluso forman parte de hechos determinantes en la historia. Uno de ellos es Harada, un pretendiente de Hikaru, con un papel similar al de Yuusaku, sólo que menos tímido y en lugar de ser un peleador es un galán y delincuente juvenil, de hecho con este último existe una fuerte rivalidad, tienen varias peleas, aunque se fuerzan a convivir por Hikaru. Otro personaje es Sayuri, una chica muy orgullosa de su hermosura, tanto así que se divierte enamorando hombres para romperles el corazón, intenta esto con Kyosuke, pero se da cuenta que él sólo tiene ojos para Ayukawa, a partir de esto se obsesiona con hacer que Kyosuke la prefiera a ella sobre Madoka, a veces con métodos de moralidad cuestionable. Ella incluso protagoniza la historia en que se basó la ova “suspenso en Hawaii”, salvo que en la adaptación fue sustituida por Hikaru, además la historia es otra, salvo un par de similitudes.
Los poderes de la familia Kasuga son un aspecto que tiene un peso especial en el manga. En el anime estos tienen un papel secundario, aunque de vez en cuando sirven de conflicto para algunas situaciones, mas no son tan relevantes, incluso en el final del anime la revelación de los poderes queda opacada por la declaración de amor. En el manga son un conflicto más importante, Kyosuke ve en estos un verdadero peligro, pues si es descubierto tendrá que irse lejos de todos sus amigos. Además generan más inseguridades en el personaje, Kasuga teme que no sea aceptado una vez que revele el secreto, incluso parece que es más fácil confesar su amor que la existencia de sus poderes. Hasta tienen importancia en el triángulo amoroso, la ocasión en que Kyosuke está más cerca de preferir a Hikaru es cuando, a causa de un malentendido, cree que Hikaru descubrió su secreto y aún así está dispuesta a pretender que no ha visto nada, ni a indagar sobre ello. Por otra parte en vísperas del final del manga, Kyosuke entiende sus verdaderos sentimientos, al plantearse que sólo a Ayukawa podría revelarle su secreto. Incluso hay un arco donde se indaga el origen de los poderes y su relación con la familia Kasuga, así como una explicación de por qué se mantienen secreto con tanto recelo. Algo que en las adaptaciones se queda a deber.
Tal vez un asunto sin mucha importancia, pero que permite entender un tratamiento algo vacío de la segunda película, es la afición y vocación de Kyosuke por la fotografía. Ni en el anime, ovas, o la primera película se muestra esta afición del personaje, por lo que resulta un tanto forzado saber en la segunda película que es su verdadera pasión. En la obra impresa hay varias veces donde Kyosuke toma una cámara, aunque tampoco se marca la afición del personaje por la actividad, sirve como un indicio, lo que da más verosimilitud a lo ocurrido en su adultez.
Los cambios más relevantes se encuentran en sus respectivos finales, pues influyen en la construcción de los propios personajes. Usaré como final a comparar la película Quiero volver a ese día, ya que el final del anime sólo es un arco intermedio en la obra impresa, además que la película muestra la misma etapa que el final del manga, los personajes apunto de entrar a la universidad. Por tanto también descarto la segunda película, esta cuenta una etapa en la vida de los personajes que no se ve en la obra original.
Madoka dejó de asistir a clases, los rumores apuntan a que fue suspendida por trabajar en secreto en el ABCB, además de participar en un concurso musical sin permiso. Los alumnos protestan por el trato injusto, pero descubren que Madoka no fue suspendida, ella dejó de asistir sin motivos aparentes. Entre la algarabía Sayuri comenta frente a Hikaru que se trata de una estratagema para llamar la atención de Kyosuke. Aunque ella no lo cree, Manami, quien sabía que Madoka estaba apunto de irse a los Estados Unidos, decide hablar con ella sobre el romance de Kyosuke y Ayukawa, para que puedan resolver problemas y evitar la partida de Madoka. Hikaru se da cuenta que Kasuga quiere a Ayukawa, lo entiende al hacerle una llamada desde un teléfono público, las primeras palabras de él son de preocupación por Madoka.
Mientras tanto Ayukawa se encuentra deprimida, se esconde de Kasuga, y sólo puede despedirse del Master, a quien le confiesa que no puede ser una buena hermana para Hikaru, cada día es más difícil contener sus sentimientos por Kyosuke, por eso quiere partir antes de dañar a su amiga. Kyosuke decide a dejar la indecisión y se le declarara a Ayukawa, sin embargo ya es tarde, ella ya decidió irse. En el último momento Hikaru llega al aeropuerto, le dice a Ayukawa que, aunque la quiere como una hermana, no lo es realmente, no debería partir sólo para evitar herirla, debería pensar en su propia felicidad y no irse por miedo. Ayukawa se va, pero Kyosuke esperará a su regreso, con la certeza de que a su retorno ambos estarán listos para actuar en concordancia con sus emociones.
El final tiene algunas virtudes que no tiene Quiero volver a ese día, es un final que llega con mucha naturalidad, parece el resultado de los arcos anteriores, este final no es un suceso que sale de la nada, sino que se fue preparando lentamente. Hechos como el miedo de Ayukawa, de no poder velar por la felicidad de Hikaru, el hecho de que Kyosuke se sintiera extrañado al no ver ningún tipo de preocupación de Madoka por entrar a la universidad o incluso sobre su futuro en general, o la cada vez menor indecisión del protagonista, no hacen mas que servir de soporte a todo lo que ocurre en el final.
La actitud de Ayukawa me parece más verosímil a comparación de la película. En la película, ambos mantienen su relación en secreto. La Ayukawa del manga no llega a ese extremo, es más realista, al ver que no tiene el valor de hacer sufrir a su amiga, prefiere marcharse. También me gusta el cambio de papeles, Hikaru decide ignorar su propio malestar para que Ayukawa sea feliz, de esta forma ambos personajes crecen, Ayukawa por fin puede oír sus propios sentimientos y Hikaru puede escuchar las necesidades de los demás, madura y abandona su egoísmo inocente. Quizá el más afectado es Kyosuke, quien parece que actúa según la exigencia de las circunstancias y no por voluntad, en este sentido me gusta más su actuación en la película, no sólo deja de ser indeciso, sino que conoce el peso que hay detrás de tomar una decisión, afronta una responsabilidad de la que siempre huyó.
Aunque la Hikaru de Quiero volver a ese día me parece un personaje más interesante. El hecho de sólo poder ser feliz en un triángulo romántico la hace un personaje más complejo, además de mantener ese egoísmo de forma desesperada, pues sabe que la felicidad de sus amigos depende de que ella no esté junto a ellos. Lo cierto es que el final del manga es muy apresurado y no da mucho tiempo para ver casi nada, los conflictos de los personajes se pasan en una rápida secuencia, por tanto los conflictos se cierran de forma ambigua. En cambio la película tiene mucho más tiempo para presentar y cerrar su conflicto. Aunque bien puede tratarse de una cuestión de gustos, en la película se presenta una Hikaru que no es capaz de sobrepasar su inmadurez y termina estancada en ella, en el manga Hikaru puede avanzar y actuar por quien siempre la había cuidado.
Del final del manga también me gusta más cómo se muestra la vulnerabilidad de Ayukawa. En la película este lado frágil es un tanto mal llevado, pues la protagonista deja toda la responsabilidad a Kyosuke, pese a que le acongoja la situación, se hace un lado. En el manga intenta huir para fingir que es fuerte, ella misma afronta el problema, aunque de forma equivocada. Mientras en la película se presenta una Madoka negligente, en el manga su principal defecto es la que la lleva a cometer errores, pretender ser más madura y llevar esa etiqueta hasta un extremo. Aunque la inacción de Madoka funciona bien dentro de la película, en contraste con una Hikaru que incluso intenta manipular a sus amigos, marcando una división entre una protagonista que deja libertad de acción y una antagonista que la niega.
Y esas son las diferencias más relevantes entre manga y anime. El manga es más completo, toma muchos temas que en el anime ve de soslayo y los desarrolla. Aunque tiene un defecto principal, es muy largo, muchas de las historias que presenta no son relevantes, no superan el calificativo de “la aventura de la semana”, donde todos los hechos serán olvidados en cuanto se presente la siguiente trama. Así como Kyosuke se caracteriza por su indecisión, el manga no dista de su protagonista, en muchos momentos la historia no va a ningún lado, sugiere hacerlo, pero se detiene de inmediato. El anime es un buen resumen, pese que sólo adapta cerca de la mitad del contenido de la obra impresa, esto basta para sentir que es una obra completa. De hecho la obra original comienza a ser más destacable que su adaptación hasta sus últimos episodios, con tramas más desarrolladas, con relación entre sí y un desarrollo de personajes más palpable. Sin embargo esta mejoría es un preámbulo para el final, más que un cambio de las características de la obra.
Es una buena experiencia, pero cuesta mucho adaptarse su ritmo lento, hasta pasando el centenar de números, cuando el manga presenta sus rasgos más sobresalientes. Aún así tiene sus encantos particulares, que el anime no pudo tener, como esa mejoría progresiva en el dibujo o la variedad de personajes secundarios. Siguiendo con mi analogía inicial, si el anime es un amor a primera vista, el manga es un enamoramiento lento, progresivo, a veces tedioso, no obstante más sólido conforme pasa el tiempo.
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