Dar una opinión sobre Your name me parece algo conflictivo. Antes de estrenarse ya tenía una serie de preocupaciones, como el que Makoto Shinkai estaba a un paso de quedarse en una zona de confort; cuando se estrenó
fue peor, porque se presumía como la película
anime más taquillera y un gran éxito que daba a entender que se trataba
de un trabajo más adecuado al estándar
de lo que un otaku quiere y lo que el público en general soporta. Al final se trataba de un gender bender, no una buena
señal para mí.
Mi
certeza fue que la película marcaría un punto y aparte en la obra
de Makoto Shinkai y de hecho así parece ser. No sólo por el éxito que significó o
las diferencias con obras anteriores del director, sino porque hasta la historia así lo muestra. Ese final tan similar al de Cinco centímetros por segundo parece una señal de cómo han cambiado las cosas, al menos en caso
particulares, lo más acertado es esperar más cosas como Your Name y más distantes al resto de la obra de Makoto Shinkai.
La
obra hace gala de elementos no tan vistos en el resto de películas del director: un ritmo más rápido, momentos que saben variar entre distintos tonos y
en general una mayor atención al argumento. Makoto Shinkai deja al lado una
cantidad de excesos muy propios de él para hacer un filme disfrutable y
digerible para un público general. Sólo mantiene esa esencial tan cargadamente
cursi que se hace presente desde el inicio de la película con las primeras escenas
y el opening.
Así
mismo se pone mayor atención a los personajes, ya no sólo a los protagonistas,
sino a los secundarios y hasta los personajes que sólo tienen uno o dos
diálogos, la mayor parte cumple con un papel y ninguno es dejado en la
ambigüedad que se veía tanto en el director. Lo mismo pasa con la música, que
ya no tiene una participación sutil, sino que es uno de los principales aspectos,
hay secuencias musicales, incluso pareciera que múltiples canciones están ahí
para marcar los actos de la cinta y algunas veces hasta hablar de la propia trama. Lo
que me parece conflictivo ya que, aunque la música aporta a la misma narrativa, siento que entorpece el ritmo. La ejecución de “One
more time One more chance” en Cinco
centímetros por segundo es un gran clímax, no sólo de la trama,
sino del soundtrack ya que en la
película sólo aparecían piezas un tanto distantes y sutiles, que se unen en el ending. Pero en está ocasión hay cierta distancia entre película y música.
Así
como pasa en la música pasa en el tema. Algo que me gustaba de Makoto Shinkai
era que sus películas al final dejaban muy en claro lo que intentaban decir,
porque uno mismo lo sentía, empatía con los personajes, en está ocasión todo es más disperso. El jardín de las palabras muestra ese temor a la madurez de dos formas: el adulto que vive como si aún fuera un adolescente y el joven que ansia ser adulto. Más allá de las nubes es la mirada a una
juventud que deja sus sueños y a la vez no los puede abandonar, muestra una
dualidad entre el hostil mundo real y un mundo onírico adolescente. La muy mencionada Cinco centímetro por segundo a través de
sus tres actos habla de la distancia física, la distancia emocional y la
distancia temporal; y cuál es la consecuencia de quedar atrapado en una etapa que ya está muy lejos.
Your name no sé de lo que me habla, a
pesar de no ser una película sutil la mayor parte del tiempo. Tenemos un tema casi por cada escena: la
relación entre el individuo y su hogar, su pueblo, pero más que un
tema sólo es una presentación para historia. La relación entre el individuo y
su cuerpo, que se queda sólo coma una mera anécdota cómica. La relación de la juventud ante una tradición
lejana para su cosmovisión, que no se usa más que para resaltar la
inseguridad de la protagonista. O el olvido,
perder algo poco a poco, hasta no saber qué se ha perdido, sólo que se
busca algo. Lo más parecido a un tema general es la idea del tiempo como una gran cantidad de hilos que se cruzan y se corrigen; idea paralela a la relación de los protagonistas, aunque no llega a ser muy profundizada, ni siquiera la relación entre los protagonistas tiene mucha coherencia. No hay como tal un algo que englobe todas las preguntas que la película trata, para después llevarlas a una conclusión. Todos estos son temas que fueron dejados atrás por dar un gran argumento, en mi opinión el sacrificio no lo valió, al menos es un buen espectáculo.
No
puedo decir que la película sea mala, porque no lo es. Es una gran historia que
entretiene y cuyos problemas no son grandes y pueden ser ignorados fácilmente, mas siento que hay un costo, como lo meloso que puede
llegar el filme, en anteriores trabajos de Shinkai los temas de los que
hablaban y la forma en lo que hacían eran ideales para no empalagarse, pues los conflictos tendían a ser agridulces. En Your name las escenas cursis no contrastan, pues hasta los momentos más amargos tienen un aspecto muy azucarado. Ya no se trata de tomar un sentimiento adolescente y mostrarlo con
dignidad como ya lo había hecho Makoto Shinkai, ahora es más hacer una escena
arquetípica, es mostrar el cliché de algo adolescente, con sólo ápices de la
mirada diferente del director.
Lo
cual es una pena, hay cosas demasiado bien llevadas, como el listón rojo
que aparece en toda la película y al final del primer acto cuando la abuela, en una
escena clave, rebela todo ese significado, eso era suficiente
para dejar en claro que ese símbolo era relevante para el resto de la obra,
a pesar de eso se reitera demasiado su importancia, quizá para un espectador distraído, lo que
me parece le quita el encanto místico, llevando al símbolo a ser una artificial pretensión. Aun así esto se
anuló desde primer momento, con el opening restregando bruscamente el listón.
Es
un gran conflicto, si algo así lo hubiera hecho Mamuro Hosoda quizá yo estaría
muy complacido, en cierta forma Your
name es como La chica que saltaba a
través del tiempo, similar en algunos momentos y mejor en muchos aspectos,
pero como se trata de Makoto Shinkai siento que se perdieron cosas que no se
debieron perder. Renovarse o morir, salir de la zona de confort, intentar algo nuevo o una evolución
necesaria, no lo sé.
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