El manga, contrario a lo que se puede pensar, tiene una gran variedad de historias más allá del gusto del
otaku. Es un medio tan amplio que difícilmente podría escasear de temas
adecuados para cada gusto, también abarca diferentes realidades,
diversos problemas sociales, como la obra de esta ocasión Akkan Baby y el
embarazo adolescente.
Yuki
y Shigeru son una pareja de adolescentes idiotas que tienen una vida sexual activa, a pesar
de no conocer detalles como métodos anticonceptivos y que podrían tener un bebé si no los usan en el mejor de los casos, es más pareciera que no saben absolutamente nada de sexualidad.
Es por medio de las amigas de Yuki, que esta se entera de su embarazo de cuatro meses.
Sin
embargo la historia no inicia ahí, tiene cuatro partes, la primera enfocada en
dar a conocer a los protagonistas junto a sus aficiones y el porqué las cosas
terminan como mencioné en el párrafo anterior. Su segunda fase vendría a dar
cuenta de cómo se reaccionan ante la noticia que serán padres, junto a las aventuras que surgen cuando tienen al cuidar a un bebé abandonado en casa de Shingeru, lo cual sirve como la primera prueba que se autoimponen los protagonistas para demostrarse que pueden ser padres. Lo
siguiente se enfocará, ya sin bebe abandonado de por medio, el cómo se enteran los
padres de Yuki y Shigeru que serán abuelos y cómo enfrentan esto, incluido con un pequeño drama
sobre el aborto. Y el manga finaliza con una trama que muestra la discriminación que recibe la pareja al ser
expulsados de escuela y una huelga de estudiantes a causa de esto.
Que
planteado de esa forma se oye bien, pues toma algunos de los problemas más
importantes y recurrentes que tienen las pareja de adolescentes en esta situación. El problema
radica en el excesivo idealismo y la misma forma en que se resuelve cada conflicto, hace ver al embarazo como un mero
cuento de hadas.
Los
protagonistas parecen caricaturas, es completamente inverosímil el cómo actúan,
de forma que su inocencia es demasiado irreal para el conflicto al que se enfrentan,
lo que hubiera estado bien en una sociedad llena de pudor donde fuera un tabú tan sólo aceptar la existencia de la sexualidad, pero no parece ser el caso del manga, donde los únicos que no conocen sobre el tema son los protagonistas. No
son malos personajes, actúan de manera correcta en la mayoría de situaciones,
pero parecen hechos para agradar más que para alguna otra intención. Y así las
mismas situaciones son tratadas para emocionar al lector, sin que en realidad
importe la problemática.
La
primera parte donde los protagonistas tienen que cuidar a un neonato, en
realidad no está bien planteada, utiliza los típicos clichés como las
problemáticas fuertes ―los bebes lloran mucho y no dejan dormir―, mientras los
temas que suelen ser ignorados se quedan en meras menciones, como lo es tener
que abandonar las aficiones y cambiar una vida con pocas responsabilidades para madurar forzosamente. Hay
dos temas vitales que se toman en esta fase, el abandono de la pareja, en este
caso el hombre, y una visión de la madre que no puede con la responsabilidad, al grado de
abandonar al niño. Sin embargo la resolución es mala, la madre no quiso
decirle a su pareja que estaba embarazada, en lugar de esto se hizo fría y
distante, mas cuando tiene el valor de decírselo el padre le propone
matrimonio de inmediato. Y así se desperdician dos problemáticas interesantes. Aunque los protagonistas de cierto modo
entienden lo difícil que es criar a un niño, y se proponen tener su hijo, el
problema es que llegan a esta conclusión cuando casi matan al
bebé de asfixia, que será lo más común para resolver las situaciones en todo el
manga, un accidente que haga cambiar la opinión a los personajes.
La
siguiente parte está enfocada en los padres y es más interesante que la anterior, pues plantea cómo el padre de Yuki, que
cree haber dado una buena educación a su hija, enfrenta algo que jamás imaginó, un embarazo en la adolescencia,
y cómo él jamás estará preparado psicológicamente para ello, hasta tiene una regresión en donde escapa de casa, pues
no puede aceptarlo. Pero no se resuelve con la conversación o con alguna
evolución del personaje, sino que tiene un accidente, donde gracias a Shigeru
puede vivir otro día y se da cuenta que lo mejor por hacer es apoyar a su hija.
El
último arco argumental por mucho es el mejor, aunque tiene un origen bastante
conveniente. Una nueva directora llega a la escuela de Yuki y Shigeru
imponiendo reglas estrictas y expulsando a los protagonistas por su condición,
aunque estos persistan en ir a clases serán ignorados por sus profesores; mas la opresión de la directora causará que los demás estudiantes comiencen una
huelga con el objetivo que regresen a clases los protagonistas y que los
alumnos vuelvan a tener sus viejas libertades en la escuela.
La
directora es un personaje que a mi parecer surge de la necesidad que haya un
villano, ya que nunca se intenta ni por asomo dar una explicación a su
severidad, no obstante tiene lo que las otras dos partes no, un desarrollo entendible
que no sé resuelve con accidentes o conveniencias, aunque también este arco
cierra con un accidente. La directora desprecia hasta los actos de
amabilidad de los protagonistas. Yuki intenta hacerla su amiga al ver que en
determinado momento todos la juzgan peor de lo que era, pero esto no la hace cambiar de
opinión. No es hasta que nota que en verdad ha herido a Yuki que le comienza a
entender.
Mientras
que los protagonistas, en especial Yuki, tendrán un avance muy importante. Pues
se enfrentaran ideas más complejas, como que no todo el mundo estará a su favor,
que ellos pueden causar problemas sin ninguna intención y verán cómo hasta los
gestos de ayuda de la huelga estudiantil se pervierten al grado de meter en problemas
a gente que sólo hace su trabajo. Es el golpe de madurez que necesitaban, pues
se encuentran ante una situación que les supera, una que difícilmente pueden
resolver con sólo tratar de manejarse en su ética.
Para
mi gusto el manga terminó prematuramente, pues creo que gran parte de los
problemas de padres adolescentes vienen después del parto. Por otro lado, es una
obra infantil, bastante divertida, y si me enfoco tanto en su deficiencia
por mostrar la problemática del embarazo en adolescentes, es que he visto que la califican como educativa, y en ese sentido lo único que realmente
enseña es a hacer leche en polvo, por lo demás siendo una caricatura muy
idealista que hasta pareciera hacer atractiva esta situación, pues
realmente no hay muchas consecuencias que los protagonistas sientan como
negativas. Por
lo demás es un manga agradable, una lectura ligera, donde lo más destacable es
la ilustración tipo shoju, pero con la energía de un shonen siendo un excelente
toque a la misma personalidad de Yuki y Shigeru. Es algo superficial y dulce en definitiva.
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