“La aprobación” es una historia corta de Junji Ito, pese a su sobresaliente capacidad narrativa, pues en pocas páginas crea un relato de amor, de despecho, de venganza, de maldiciones que parecen destinos, donde los personajes degeneran moralmente o se ennoblecen en el recorrido de toda una vida, “La aprobación” no es uno de los relatos más populares de Junji Ito. Quizás esto se debe a que no cuenta con los elementos estilísticos tan reconocidos en la obra del mangaka, no hay esa presencia de seres extraños que se ganan las miradas en cuanto aparecen, tampoco es un relato que se desarrolle en un mundo rebosante de locura. Es una obra discreta, incluso la degeneración psicológica y moral de los personajes se da de forma estoica, la amargura los envilece en silencio, jamás muestran rasgos psicóticos o un comportamiento violento, todo lo contrario, se puede generar empatía por ellos, pues lo que sufren es una locura comprensible, que se genera bajo las tensiones de su contexto emocional y social. Es ante todo una historia tradicional de fantasmas.
La historia se centra en Kyosuke, desea casarse con su novia Misuzu, pero el padre de ella lo impide, Misuzu ya tiene otra propuesta de matrimonio que le augura un mejor futuro, además Kyosuke pertenece a una clase social baja, por lo que lo consideran indigno. Kyosuke se cansa, entiende que su relación con Misuzu ya no puede progresar más y entonces decide terminarla. A los días conoce a Yuko, una chica que trabajaba en el mismo lugar que él, ambos se llevan bien y terminan enamorados. Parece que Kyosuke tendrá una mejor vida, sin embargo el hermano de Mizusu le ruega que siga insistiendo, Mizusu en verdad lo ama y está seguro que en algún momento su padre se dará cuenta y permitirá el matrimonio. Kyosuke le insiste al padre de Misuzu con desgano, se da cuenta que ya no la quiere, ama a Yuko, no obstante su vida está moldeada bajo esa meta y no es capaz de abandonarla, tendrá que esperar el resto de sus días a que le permitan casarse con Misuzu.
Obviando giros de trama y sorpresas relevantes del relato, a grandes rasgos esa vendría a ser una trama, más parecida a una telenovela que a una historia de terror, en cierto sentido. Sin embargo lo que debe tenerse en cuenta es el tratamiento que se le da a los personajes, en su caracterización recae el verdadero carácter aterrador de la trama. El tema principal de la historia es el estancamiento de la vida a causa de las relaciones sociales disfuncionales y cómo este estancamiento envilece a quienes lo sufren. De este modo, el principal punto de tensión en la trama se encuentra en la discriminación que vive Kyosuke y el sentimiento de venganza que no le permite seguir con su vida. Misuzu se presenta como la heroína de cuento de hadas, la cautiva en el castillo que debe ser rescatada de las garras del malvado padre, y una vez que se consigue salvar, no sólo se consigue el amor, sino un tesoro en forma de ascenso social. En Yuko se presenta una relación más realista, Yuko y Kyosuke viven en mundos similares y tienen intereses afines. Misuzu es una meta fantástica en un plano rígido donde el único obstáculo presente es uno que nunca podrá superar; en cambio la relación de Yuko y Kyosuke es real, sin retos u obstáculos fantásticos. Mas Kyosuke se queda sin opciones, y lo único que le resta como personaje es aferrarse a las fantasías del matrimonio con Misuzu, al espejismo moral de ser un héroe. Al intentar ser un héroe se convierte en un ser amoral, egoísta y vil, se olvida por completo de su meta, y para el final del relato, sólo lucha para recuperar su propia vida, para sacarla del relato fantástico en el que ha sido aprisionada.
Esto se puede observar en el aspecto físico de los personajes, Misuzu no envejece porque es la perpetua imagen del tesoro brillante. Sin embargo todos los demás personajes envejecen, pierden sus vidas en un juego de orgullos, el padre de Misuzu se aferra tanto a su hija que no deja que alguien a quien considera inferior esté con ella, pese a que eso implica perderla a ella y perderse a sí mismo. Kyosuke también en cierto momento poco le interesa Misuzu, la posibilidad de vida feliz se ha ido, y su única manera de compensarlo es con el rencor que tiene contra el padre de Misuzu. El relato bien podría identificarse como una crítica social, por un lado a mantener estratificaciones sociales vacías, y por otra parte a la cara nociva del amor, cuando este deja de existir y sólo se fuerza a mantener una relación por la angustia que viene al estar solo.
Poco he hablado de Misuzu como personaje, y esto se debe a que su desarrollo es muy similar al de Kyosuke, pero de una forma implícita, entendido más por detalles y suposiciones que por lo mostrado. Kyosuke y Misuzu inician como víctimas, las condiciones sociales impiden que su relación progrese y ninguno se atreve a transgredir esas normas. Misuzu no tiene esa segunda opción que tiene Kyosuke con Yuko, todo se dispone para que ella se convierta en un victimario, que impide y entorpece todos los medios de desarrollo personal de Kyosuke, Misuzu se convierte en un compromiso que detiene todo progreso de Kyosuke. El proceso contrario se puede ver en el padre de Misuzu, quien pasa de ser la personificación del prejuicio social y el único beneficiario en una jerarquía tosca, a alguien que vive el peso de sus acciones, perdió lo que protegía con más anhelo, y su único medio de retenerlo es estancar su vida y las de los demás en un proyecto absurdo.
Por lo general las historias de Junji Ito recorren otros derroteros del horror, por eso resalto esta historia atípica en su producción, que logra un efecto poderoso, la empatía por personajes perversos, malvados, desalmados. “La aprobación” es un relato donde los personajes con las más nobles intenciones se corrompen y se vuelven seres despreciables, sus intentos heroicos terminan por pervertir más su moral y al final lo único que sobrevive en ellos es un conjunto de emociones estancadas que con el tiempo fermentaron en una vida paralizada y la amargura de vivirla.
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