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Kimagure orange road, una historia de adolescencia naranja

Kimagure orange road es un anime de cuarenta y ocho episodios, donde se muestra la adolescencia de Kyosuke Kasuga, un joven indeciso que al mudarse de ciudad se enamora de la misteriosa Madoka Ayukawa, una chica que cambia de personalidad constantemente y sobre la que se cuentan muchos rumores que la etiquetan como una rebelde juvenil. Por si fuera poco, la mejor amiga de Madoka, Hikaru, se enamorará por capricho de Kasuga, y comenzará una relación con él, de la cual Kyosuke no podrá librarse por su falta de carácter. Como tal eso es la serie, un vistazo a la adolescencia desde un falso triángulo juvenil, y digo falso porque no hay una tensión o cuanto menos una confusión sentimental, todo lo contrario, desde el inicio el protagonista sabe que está enamorado de Ayukawa, pero el triángulo se mantendrá por las inseguridades de los personajes, mismas que se desarrollarán a lo largo de la serie, además de servir como el núcleo para las situaciones cómicas y para las tramas de muchos episodios. 

Expresión Otaku: Kimagure Orange Road. | podcast collection

En cuanto a sus inseguridades de los personajes, estas son simples pero efectivas. De Kasuga ya lo mencioné, es indeciso y amable, lo que no permitirá sincerarse con Ayukawa, a la vez que no puede decirle nada a Hikaru por temor a dañarla. También se siente en un punto intermedio entre la adolescencia y la niñez, quiere ser visto como un adulto, sin embargo se sentirá como un niño intimidado por la vida, la personalidad e incluso los rumores de Madoka. Madoka es un asunto más complejo, se plantea como una chica que al criarse lejos de sus padres se hizo fuerte, solitaria e independiente, rasgos que a la vez la hacen ver como una persona madura, dicha imagen causa que ella evite sus problemas emocionales y no pida ayuda por temor de mostrar vulnerabilidad. Esto se complementa con Hikaru, una niña muy alegre y algo inmadura, que también se crió de una manera solitaria al tener padres poco compresivos y ningún hermano, para ella Madoka será como una hermana mayor,  pues siempre la aconseja y ayuda cuando tiene un problema, Ayukawa es capaz de anteponer su propia felicidad para que su amiga sea feliz, lo que ocurre en muchas ocasiones, ya que Hikaru es muy sensible, cuando no está riendo está llorando. Entonces el triángulo no tiene su conflicto en Kyosuke, sino que la arista más tensa es la relación de ambas protagonistas, el conflicto entre una que no sabe aceptar su lado más frágil y otra dependiente de una amiga que parece invulnerable.  

Pese a que el conflicto es así, la serie, como la mayoría de este tipo, se mantendrá en un statu quo donde todos son amigos, se anuncia o recuerda que el triángulo puede romperse en algunos capítulos, sin hacerlo ya que las inseguridades del trío de protagonistas resultan más grandes y difíciles de superar, circunstancia que ahoga toda voluntad por cambiar las cosas. 

Al tomar en cuenta que el conflicto se mantiene en un punto tibio la mayoría de la serie, la obra presenta otra variedad de elementos para entretener. Durante la gran mayoría se trata de la comedia, la fantasía y la acción, pero hay recursos específicos según la parte en que se desarrolle. Los primeros doce episodios se aprovechan del misterio que evoca Madoka, pese a que Kyosuke viene de una familia con poderes sobrenaturales, lo que más causa intriga es la personalidad polifacética de la protagonista, acompañada de todos esos murmullos de otros personajes que causan una sensación de nunca conocerla del todo. Es en estos episodios donde la amistad de Kyosuke y Madoka recién se entabla, es fácil entender la atracción del protagonista pues el espectador comparte la misma sensación de incertidumbre.  


En los episodios siguientes el anime se hace más homogéneo, lo que se plantea es la base del triángulo, se podría decir que del capítulo doce al veinticuatro comienza el enamoramiento entre Kyosuke y Ayukawa, mientras se deja entrever cómo afectaría a Hikaru una relación entre ellos. No elijo el capítulo veinticuatro como fin de esta división por azar, en este episodio se presenta a Kazuya, primo de Kasuga, quien tiene poderes telepáticos, pronto se dará cuenta de la situación de su primo e intentará darle una solución mientras mete a Kyosuke en problemas con Hikaru y Madoka.  Al final del episodio, al ver que no logró cambiar nada, hace una pregunta cuanto menos inquietante para el que ve la serie y para los personajes “¿no os importa continuar así?”, esta pregunta señala al elefante dentro de la habitación, que muchas veces se ignora porque verlo significaría pedir el final, el statu quo se convierte en una preocupación, una incomodidad.

El resto de capítulos ya no se podrían dividir, pues en sustancia no mantienen un cambio en la trama o en sus personajes. Son más bien exploraciones, donde se ponen a los personajes en diferentes situaciones, como ver a los protagonistas en viajes u observar los problemas que causan los poderes de Kasuga y familia en tramas basadas en hipnosis, viajes en el tiempo o cambio de cuerpos. También hay episodios centrados en otros personajes de un papel secundario o experimentos de género que dan una vuelta total al significado de la serie, aunque en menor número, muchas veces son los más interesantes. Hasta los episodios 47 y 48 donde vemos la ruptura del statu quo, cosa que no es una sorpresa porque son los últimos episodios del anime. 

El final del anime de hecho está bien, pese a que no se plantea como un despedida ni una solución de todos los problemas presentes en la historia, si resuelve el más importante, la ruptura del triángulo amoroso y la decisión de sus protagonistas. Esto a través de una vertiginosa historia de viajes en el tiempo donde Kyosuke conocerá al primer amor de Ayukawa y comprenderá un poco esa personalidad vulnerable que ella suele ocultar. Todo antes de la partida de Ayukawa a los Estados Unidos por algún tiempo. El episodio está bien, da un valor especial a algunos elementos icónicos de la serie, además que no deja en ambigüedad la situación amorosa de los personajes, sin embargo se siente vacío en cuanto a que no explica nada sobre el futuro de Hikaru, un personaje que no se soltó en toda la serie y al último minuto se dejó en un rincón. Ya ni hablar de personajes secundarios.  Por suerte aún quedaba un grupo de ovas y un par de películas para resolver esto.

kimagure orange road - Ramen Para Dos

Ovas

Mentí, de hecho las Ovas poco o nada dicen del final, las primeras se crearon al mismo tiempo que el anime, así que no tendrían porque hablar del final. Las posteriores tampoco lo hacen, de hecho serían ubicables dentro del anime hasta antes de los episodios finales, porque en ellas ni siquiera parece que ocurrió la conclusión del anime. Sólo destacaría tres como importantes a seguir por mostrar elementos que se verán a futuro. La seis y siete que llevan un nombre casi idéntico que inicia con Escenario de amor ¡Corazón en llamas!, tienen relevancia porque en ellas se presenta un personaje que aparecerá en la segunda película, también se puede ver a Madoka exponer su talento musical, pero en sí lo importante es el personaje nuevo; aunque este personaje en la segunda película mantiene una personalidad que se supone cambia en estas ovas, hay un pequeño diálogo que se podría interpretar como error de guion si no se conoce su primera aparición. Son tal cual para un fin práctico.  

Y la última ova, Mensaje en colorete, esta es importante porque es el mejor ejemplo de lo inmadura que es Madoka al afrontar sus propios problemas emocionales. En ella el padre de Madoka da un concierto en Japón, cuando Ayukawa va a felicitar a su progenitor ve que está con otra mujer a la que probablemente besa. Ayukawa al sentirse decepcionada decide huir de casa, permanece por un buen tiempo en casa de Kyosuke, quien no sabe nada de este asunto. El mecanismo es muy claro, evade sus problemas, huye de ellos sin pedir ayuda, preocupa al resto de personas que viven a su alrededor. En el anime el personaje que más se idealiza es Ayukawa, puede hacer casi todo por ella misma, y cuando la situación la rebasa es en momentos en que un humano normal no puede hacer nada, siempre se muestra como un personaje que desborda talento, ingenio y belleza, es por eso que encuentro interesante que su defecto principal venga del mismo motivo del que viene su fortaleza, hasta su relativa perfección está condicionada por sus defectos. Pese a que esta obra no es tan relevante como cualquier otro episodio, recomiendo verla para conocer mejor al personaje.

   kimagure orange road uploads gif | WiffleGif

Quiero volver a ese día 

La primera película, Quiero volver a ese día, en cambio, sí plantea resolución completa al final del anime. Si el final del anime se trató de tomar una decisión y abandonar las inseguridades, la película va sobre las consecuencias que implicó tomar esa decisión, las cuales se evadieron por demasiado tiempo y se hicieron más grandes de lo que debieron ser. 

La obra presenta Ayukawa y Kyosuke apunto de entrar a la universidad. Hikaru, que se siente algo ajena a la vida de Kyosuke, decide dar el siguiente paso en su relación como apoyo a su amado, el primer beso. Ayukawa se sentirá herida, al ya conocer los sentimientos de Kyosuke pero que todo permanezca igual. Lo que ocasionará que Kyosuke le diga la verdad a Hikaru y se despida de ella. Hikaru se sentirá traicionada, pues Kyosuke no le había dado un no rotundo en todos estos años, además piensa que es más merecedora de su amor, pese que ya conocía los sentimientos de sus amigos, siempre intentó ganarse el corazón de Kasuga e hizo más por él. El resto de la película será cómo afrontan la pérdida de su amistad, que bien podría ser el adiós a la adolescencia. 

Es una obra melancólica, pausada, pierde muchos de los elementos del anime, no hay acción, comedia o uso de poderes sobrenaturales, a favor de una atmósfera realista, un ambiente de silencios y de pausas. Se ve a los protagonistas ya sin esas inseguridades, pero no por ello más felices. Ayukawa expresa sus sentimientos y piensa en su bien por encima de su amiga. Kyosuke toma una decisión y es firme al mantenerla, se hace un adulto, aunque le duele, sabe que necesita ser cruel para no ocasionar un daño mayor. Hikaru es el personaje que más se explora, es la protagonista de la película, se muestra cómo ella al fin de cuentas era la más dependiente del triángulo, intenta regresar a él pese a que los otros dos puntos ya lo han abandonado. Hikaru en esta película pierde por completo lo que la hacía un personaje en extremo feliz, sin sus dos soportes psicológicos se vuelve una tragedia total, una persona desesperada por no caer en la soledad, sin saber exactamente cómo reponerse. 

Lo que la película hace es mostrar por qué Hikaru no podía ser feliz, ahora más que antes contrasta con Ayukawa, mientras Madoka da su espacio y libertad de decisión a Kyosuke para que actúe según sus verdaderos sentimientos, Hikaru es autoritaria, intenta forzar a Kyosuke seguir aquellos días de la adolescencia, no hace esfuerzos por entender a las otras personas. Incluso hay un dilema, quién cometió el error para crear una situación tan tensa, no se puede tachar a Hikaru por sus acciones egoístas, cuando vivió en una ambigüedad que le permitía algo de felicidad; de igual modo no se puede exentar a la pareja protagonista, ellos mantuvieron una ilusión de la que no tomaron responsabilidad hasta el momento en que ya implicaba dolor. Cuando la película terminó, me tomó por sorpresa, no me esperaba que la cosas concluyeran con un sabor amargo, pensaba que en cualquier momento llegaba una solución, en cambio lo entendí, si el anime iba de la adolescencia, esta obra significaba su final, un final que ya no implicaba tantas risas y diversión, sino un suspiro en honor al pasado. 

A mi mente llegó el capítulo 36, en el Kyosuke decide a quién llevará a la fiesta de Navidad de parejas, primero va con Hikaru, sin embargo siente culpa al saber que Ayukawa pasará las fiestas sola, viaja al pasado y lleva a Ayukawa pero al llegar a la fiesta Hikaru que lo esperaba, los ve juntos y su corazón se rompe; Kasuga viaja al pasado y lleva a las dos, todos se mantienen felices, aunque la felicidad particular que él buscaba no se encontraba en ese medio, le parece preferible que sea así. Un final feliz sería así, mas no hubiera permitido que los personajes crecieran. Si la serie hubiera terminado con esta película estaría contento, pues ahora sí todo se resolvía. Los tres personajes principales superaban sus inseguridades; ese enfoque de la serie de mostrar una adolescencia divertida no era posible, sus personajes pasaron esa etapa. No obstante, pese a que parecía ya haber un final redondo, había otra película.

Kyosuke Kasuga - Inicio | Facebook

New kimagure orange road: summer's beginning  

En la segunda película Kyosuke sufre un accidente automovilístico que lo lleva tres años al futuro. En ese futuro mucho ha cambiado, tanto que le es imposible encontrar una cara conocida, a la única persona que ve es a Hikaru, quien regresa a su ciudad natal después de tres años. La obra mostrará el reencuentro con Hikaru y la búsqueda de Kasuga para regresar a su tiempo. Esta historia se parece mucho más al anime, regresa la comedia, las tramas sobre los poderes y aquella amistad del trío protagonista. Aunque levemente ya está enfocada en conversión de los protagonistas en adultos, abordando temas como el qué harán los protagonistas de sus vidas, o incluso asuntos menos hablados en otras obras similares como la pérdida de la virginidad. 

Con esta película me pasó algo que no ocurrió en la anterior, con Quiero volver a ese día desde un inicio era fácil entender que era una obra delicada a servir como un final, como la resolución de los problemas. Sin embargo en esta ocasión no paré de preguntarme cuál era el aporte a la obra en general, si era necesaria una segunda entrega cinematográfica. Este filme es clarificador, por ejemplo, gracias a él se puede ver qué fue de Hikaru después de su decepción, cómo afrontó el asunto, en este sentido la película viene a quitar algo de angustia que dejó la anterior. También sirve como un final más fiel a lo que fue la obra en su mayor parte del tiempo, recuerda que el paso de adolescencia a la adultez es doloroso, pero no significa que la vida en adelante sea una tragedia. Tiene su mérito, aunque no la encuentro tan contundente como la primer película. Incluso parece más adecuada para un fanático que después del final de la obra desea conocer qué ha sido de los protagonistas, cómo viven y qué han hecho. 

En general esta historia tiene un problema desde su planteamiento, carece de un conflicto que se originara desde la obra original, los personajes y las fórmulas de la historia estaban desgastadas, Ayukawa ya no significaba ese misterioso primer amor de la adolescencia, el triángulo amoroso  no podía existir, la comedia estaba moldeada a la adultez de sus personajes y resultaba menos efectiva. Incluso la nostalgia es inefectiva porque se recupera todo, no hay problema con Hikaru, los protagonistas ven un futuro prometedor, el amor y la felicidad están ahí, no hay una razón para ver el pasado cuando el presente luce mejor. Incluso, si uno quisiera disfrutarla por el cariño a los personajes, casi desde las ovas los únicos personajes que cuentan son el trío de protagonistas, los demás quedan en un papel muy secundario, era imposible ver que tomaran un lugar relevante en la trama. Todo está tan resuelto que es difícil pensarla más allá de una prolongación de un final para que resultara menos amargo. Incluso los personajes hablan de los hechos de la película anterior, los explican, actitud muy distinta a Quiero volver a ese día en la que todo pasaba en silencio, donde uno se enteraba del dolor de cada personaje sólo mirando. Cuando se habla de finales la crítica más común es contra aquellos que no dicen nada, que dejan misterios, este final me atrevería a decir es opuesto, explica de más. 


Pienso que fue muy adecuado que no hubiera una tercera película o intento de continuación porque no parecía muy factible, la obra ya carecía de conflictos. Por lo demás disfruté ese recorrido de nostalgia naranja, las aventuras de este grupo de singulares personajes y, aún más, disfruté que en la obra se haya tomado la decisión de plantear no sólo uno, sino tres finales, donde cada uno de ellos rompe un statu quo, que en muchas obras, y también en su símil la vida, es muy difícil romper. 

Madoka of "Kimagure Orange Road" | Dibujos, Ilustraciones, Bocetos

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